Querido amigo,
Detrás de cada palabra escrita, está la historia de
su autor. No sé quién fue, quién juntó esas letras detrás de una puerta verde y
vieja, decorada por otras frases de noctámbulos, soñadores, aspirantes a dejar
su huella en uno de los lugares más frecuentados de día y de noche por todos.
La puerta verde del baño estaba repleta de firmas, fechas, números de teléfono
para proposiciones obscenas, o para aliviar la soledad o inmortalizar un
momento. Había dibujos, siluetas de distintas formas, algunas incomprensibles,
otras encaminadas a divertir en ese pequeño hueco que dejaba entre el retrete y
la pared. También había espacios para las ideas políticas, acuñadas por líderes
pasados que renacían en las nuevas generaciones. Era un sábado por la noche y
el bar estaba lleno de gente, de conversaciones inacabadas, de movimientos de
caderas, de brindis cargados de alcohol y deseos exaltados, de música secundada
por voces de todo tipo.
Como te digo, entré al baño. Y en esa maraña de manifestaciones
grabadas a pulso, me sedujo esa frase. La letra era fina y desigual, pero no
lograba esconder un cuidado. Una preocupación porque fuera distinta. Las letras
a veces se juntaban y otras veces mantenían distancias formando picos. No
seguían una línea recta: estaba escrito en cuatro partes diferenciadas.
Aquella puerta verde me pareció una declaración de
sinceridad humana. Borrachos, cuerdos, bohemios, ejecutivos, jóvenes con ganas
de ser mayores, ancianos con un pasado rebelde, enamorados, confusos…quién
sabe. Tras esa arrugada puerta, nadie les vio. Pudieron ser cualquiera y decir
lo que de puertas a fuera nunca dirían. Al dueño, quien probablemente considere
algo inútil limpiarla, quizá también le fascinó la frase.
Como si inspirara a todos los trazados
que le acompañaban y por eso le respetaran, ninguno se cruzó en su espacio. Un
espacio indefinido, que empieza y acaba con puntos suspensivos, dejando todo
abierto.
La frase, querido amigo, me ha llevado a buscar esa
caligrafía por todas las puertas de los baños de bares. Parece una locura, pero
cuanto más la busco, más lo entiendo. Ninguna puerta es igual, pero todas
contienen la esencia de esa frase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario